Bogotá, 7 de febrero de 2016.
Compañeras. Compañeros.
Esta semana del mes de febrero de 2016, hemos recibido la noticia de que estamos nominados al Premio Nobel de Paz. El parlamentario del Partido Socialista de Noruega, Heikki Eidsvoll Holmås, quien nominó a los ganadores del año anterior, propone que este año se le dé el reconocimiento al Gobierno colombiano, en cabeza de Juan Manuel Santos, a las FARC-EP, en cabeza del comandante Timoleón Jimenez, y a las víctimas, con cinco nombres representantivos:
Luz Marina Bernal, líder de la causa de las madres cuyos hijos han sido víctimas de ejecuciones extrajudiciales; Jineth Bedoya, periodista, líder contra el silencio y el crimen de la violencia sexual; Leyner Palacios, líder de la comunidad de Bojayá; Constanza Turbay, una mujer comprometida con la paz cuya familia fue asesinada por las FARC-EP; y yo, José Antequera, a quien me correspondió la primera intervención de las víctimas en la Habana a partir de la lucha que he emprendido frente al asesinato de mi padre y de los miles de militantes asesinados en el marco del genocidio contra la UP.
Es claro que esta nominación es, en primer lugar, un reconocimiento a la razón y entrega de quienes han defendido la causa de la paz en Colombia, y allí, a mi padre y a mi madre, entre millones. A las víctimas que han convertido su experiencia en el fundamento de los cambios que fueron negados y traicionados, una y otra vez, antes de que el conflicto se convirtiera en un infierno. Y por supuesto, también para grupo de las 60 a quienes nos tocó ir a la Habana, y pusimos todo de nosotros para darle un empuje al proceso del que no conoce el país, pero que nosotros atestiguamos orgullosos de haber aportado a un cambio trascendental para la historia.
Ahora, cuando nuestro país necesita concretar la refrendación de los Acuerdos y el diálogo con el ELN, cuando tenemos que asegurar que no ocurrirán nuevas traiciones mientras enfrentamos la inconsistente política que privilegia el extractivismo de las multinacionales sobre los derechos humanos y el desarrollo equitativo y sostenible, sólo espero que la nominación al Nobel nos ayude a elevar nuestra voz, a crecer para aportar a la materialización de la promesa de la democracia que corresponde a nuestra generación. Si vamos juntos, vamos.
Aquí el link de la noticia: http://www.sum.uio.no/forskning/blogg/norlablogg/colombia.html
Salud.